12 maneras seguras de arruinar tu reputación online
Lo más habitual es querer desarrollar un reputación online saludable. Aunque hay gente para todo, es posible que haya empresas a quienes les dé igual su reputación, o que incluso la quieran destruir.
También hay gente equivocada, que cree en curiosas maneras de promocionarse o de resolver conflictos.
En cualquier caso, los 12 métodos que siguen están garantizados para producir un efecto nefasto sobre la reputación de quien los use. Y curiosamente son de lo más popular, se usan muchísimo…
1. No respondas a los comentarios.
Cuando alguien ponga un comentario en tu Facebook, o una pregunta, no respondas. Tienes cosas más importantes que hacer que estar pendiente de las tonterías que pongan dos colgados. Tú a la tuya, no te preocupes.
2. Responde a todas las críticas. Sin piedad.
Cuando alguien escriba algo malo sobre ti, en un blog, un foro, Facebook, etc, responde. Rebate sus argumentos. Demuestra que es un incompetente, inútil y mala fe. Destrózalo, húndelo, destruye su reputación. Da igual que des la imagen de un idiota soberbio, no tiene ningún derecho a meterse contigo, y tú tienes todo el derecho a defenderte. Claro que sí.
3. No pelees, amenaza.
Cuando alguien hable mal de ti, no hace falta que bajes a su nivel, a pelear en el fango. Tienes la razón de tu parte, simplemente amenázale con emprender acciones legales. Si no desiste de difamarte, le lanzarás tu horda de abogados, lo hundirás en la miseria, arruinarás su negocio, te quedarás con todas sus propiedades… Su única salida es reconocer el mal que te ha hecho, retractarse, cambiar de vida y adorarte como master del universo.
4. Eres el mejor. Recuérdalo.
Cuando publiques, sea en tu blog, web, Facebook, o en los de otros, recuerda siempre que eres el puto amo. Cualquiera que te lleve la contraria no tiene ni idea, es un incompetente, o bien va con mala fe – en cualquier caso tienes todo el derecho a tratarlo como mierda.
5. ¿Comentarios negativos? Bórralos.
Cuando un seguidor ponga un comentario negativo en tu Facebook, o en tu blog, no hace falta que te preocupes, ni que discutas, simplemente bórralo. Y si insiste, o se queja, es que va con mala fe – prohíbele el acceso, directamente.
6. A palabras necias, oídos sordos.
Si alguien habla mal de ti en algún foro, no respondas: esto no hará más que llamar la atención sobre una queja maliciosa y dar a esta persona una relevancia que no merece. Cualquiera que lea la crítica verá que es maliciosa y que no merece una respuesta.
Da igual si la queja la hace una persona, o tres, o veinte, sigue siendo lo mismo.
Deja que ladren, ya se cansarán.
7. Insiste a los bloggers para que hablen de ti.
Habla con los bloggers de tu sector. Explícales (poco a poco, para que te entiendan) qué bueno que eres, los productos tan fantásticos que tienes, y por qué deberían hablar de ti en su blog. Si te sientes generoso, incluso les puedes ofrecer un regalito, así se sentirán abrumados con tu generosidad.
Si alguien termina no hablando de ti en su blog, es que no te ha entendido. Sé amable, y mándale otra vez el mismo material. Llámale para asegurarte de que lo ha recibido y lo entiende – son tan tontitos, los bloggers… Llámale, escríbele, insiste periódicamente hasta que hable de ti.
Al fin y al cabo le estás haciendo un favor, ¿verdad?
8. No hace falta que expliques el producto, es evidente para qué sirve.
Tus clientes no son tontos, y las ventajas de tu producto son claras – no hace falta que pierdas el tiempo explicando lo evidente. Tú dedícate a vocear tu producto y su slogan (que tanto te ha costado crear), ellos rellenarán lo que falta. Y si no son capaces de hacerlo… peor para ellos.
9. Tranquilo, esto no es spam.
Envía tu publicidad a todas las listas de correo que encuentres. Tu producto es interesante, por supuesto que lo leerán. Y no te preocupes por el spam, las listas que te ofrecen son legales… Que te vendan un millón de direcciones por 20 euros sólo demuestra que eres un gran negociante.
10. Asegúrate de aparecer en todas partes.
Paga a alguien para que se dedique a ponerte en todas partes: foros, blogs, páginas de Facebook, directorios, anuncios clasificados… No hace falta que el contenido sea relevante ni que aporte nada en especial, sólo quieres que sepan dónde encontrarte. Además, no eres una ONG, que les distraiga otro, tú estás para hacer negocio.
Y tranquilo, esto tampoco es spam.
11. Si tus clientes no hablan de ti, inventa otros.
Sería ideal si tus clientes de dedicaran a hablar en foros y facebooks de lo bueno que eres y lo contentos que están. Pero si son incapaces de hacerlo, no hace falta que dependas de ellos: inventa los clientes que quieras, y haz que hablen de ti. Es fácil: uno hace una pregunta, los demás la responden… Fácil, útil para los lectores – ¿qué mal hay en ello?
12. Critica a tus competidores. Machácales.
Cuando no te vean, entra en el facebook de tus competidores y ponlos a parir. Haz lo mismo en blogs, foros… allí donde encuentres que se habla de ellos.
Y si aprovechas la ocasión para hablar bien de ti, mejor que mejor.
¿Conoces otras formas creativas de arruinar tu reputación?
Compártelas, pon un comentario.
Una pena que esta entrada no tenga comentarios. Creo que resume bastante las formas que muchas personas muestran a la hora de responder mensajes negativos. El tema es que a veces, da igual lo que uno haga que si el usuario quiere rajar de la empresa… aunque tú realmente sabes que no tiene razón. Pero todo lo que diga, va a sonar a excusa. Es complicado, la verdad.