¿Es hora de repensar tu marca?

¿Es hora de repensar tu marca?

¿Te preguntas si ya es hora de renovar tu marca? ¿De hacer un Rebranding? Si lo haces, es porque te preocupa el futuro de tu empresa, y la marca es una palanca competitiva importante.

Las empresas no tienen éxito precisamente por mantenerse inmutables, sino adaptándose a las necesidades cambiantes de sus clientes. Y esto incluye no sólo los productos y servicios, sino la propia imagen de la empresa, la manera como se presenta ante la sociedad. La imagen corporativa, el contenido de la web, las comunicaciones… deben adaptarse a los nuevos tiempos, en cambio constante.

Pero esa adaptación no implica, necesariamente, un cambio completo. Hay varios niveles en los que se puede producir, y en cuál moverse depende de la situación y los planes de la empresa.

Niveles de rebranding

Podemos distinguir 3 niveles:

Evolución normal. Se trata simplemente de adaptar los contenidos concretos a los cambios en la empresa y en el mercado: web, folletos y catálogos, redes sociales, eventos y ferias… Los documentos de hace dos años siempre se pueden mejorar, aunque la propia marca no se haya movido. Todo se puede mejorar, y se debe mejorar de manera constante – aunque la esencia de la imagen no cambie.

Restyling. Se trata de actualizar una imagen que funciona bien pero necesita un ajuste. Son cambios menores en logotipos, eslogan, estilo… cambios que hay que mirar dos veces para confirmar que han pasado.

Puede que cambien las tendencias y un elemento concreto se vea pasado de moda (como pasó con los degradados o los reflejos del estilo web 2.0). O que un estilo de diseño concreto sea más un inconveniente que un elemento distintivo.

Rebranding. Se trata de un cambio en profundidad en la marca, que alcanza a todos los elementos y a todos los niveles. La imagen puede cambiar más o menos, pero el cambio es claro y completo.

A qué afecta un proceso de rebranding

Pero no te equivoques, el rebranding es mucho más que un cambio de logotipo – de hecho, éste es el cambio mayor y el más visible, pero es casi el último. Un proceso de rebranding afecta a toda la empresa, desde sus fundamentos (¿para qué existimos?) hasta el último punto de contacto con el cliente, pasando por todos los empleados y colaboradores.

El rebranding afecta a un montón de cosas en la empresa:

  • La propia definición de la empresa: por qué existimos, qué hacemos, en qué somos diferentes.
  • Personalidad y tono de voz
  • Filosofía y cultura de la empresa
  • Nombre (y slogan) e imagen
  • Estilo de diseño y comunicación
  • Puntos de contacto con el cliente: web, folletos y catálogos, redes sociales, eventos…
  • Todo el marketing
  • Reputación
  • Expectativas de los clientes

Lo primero en el proceso de rebranding es determinar qué es lo que se quiere conseguir (corregir un problema, o conseguir una mejora), a qué nivel hay que llegar en el cambio, y entonces empezar a diseñar, desde lo más fundamental (nombre y logotipo) hasta lo más detallado (contenidos, marketing, acciones).

Si te interesa en detalle cómo llevar a cabo el proceso de rebranding, te recomiendo que descargues mi ebook «KIT de Branding». Es gratis, y está cargado de información.

Beneficios de un rebranding

Realizar una actualización de tu marca puede aportar una serie de beneficios.

  1. Dar la vuelta a una mala situación. Puede actuar de revulsivo, hacer que tus clientes u otros agentes se replanteen una mala relación con la marca.
  2. Tener un efecto multiplicador de otros cambios, hace que sean mucho más visibles.
  3. Mantener un nivel de visibilidad en los medios, hacer la marca más presente en un entorno híper competitivo.
  4. Corregir una marca antigua o desfasada. Este sería el único caso en esta lista en el que el rebranding es el objetivo, en los anteriores es un medio para conseguir otros objetivos indirectos.

Casos para un rebranding

Esta es una lista no exclusiva de casos habituales para entrar en un proceso de rebranding.

  1. La empresa se ha fusionado, ha comprado, o ha sido comprada por otra, y hay que combinar la imagen de ambas empresas.
  2. Hay un nuevo director que quiere mostrar de manera muy gráfica que hay una nueva dirección en la empresa.
  3. Quieres ampliar el área de trabajo de la marca, en nuevos mercados o sectores, y no cabe en la actual.
  4. La marca ya no representa a la empresa actual.
  5. La marca está agonizando (en el mercado). O la renuevas, o muere.
  6. Tu marca ya no te inspira – o peor, ya no inspira a tus empleados ni a tus clientes.
  7. Has creado una empresa y un producto de éxito, pero no una marca que les dé empuje.
  8. Quieres llegar a una audiencia diferente de la actual. O quieres redefinir tu posicionamiento.

 

Casos erróneos para un rebranding

En cambio, estos son casos que realmente no necesitan entrar en la complejidad de un rebranding completo.

1. Tu marca es inconsistente.

Con el paso del tiempo se han ido introduciendo cambios en los elementos más nuevos, sin actualizar los antiguos. O cada departamento ha seguido su propia línea de diseño, de modo que ahora tienes un popurrí de elementos heterogéneos.

No se trata de hacer un rebranding (aunque puedes, si tienes otras razones adicionales). Se trata de redefinir qué es parte de la marca y rehacer los elementos discordantes.

2. Tu marca no es conocida en el mercado.

No es un problema con la marca, sino con la promoción – lo que tienes que hacer es promocionarla de manera adecuada: publicidad, SEO, redes sociales… Poner en marcha un plan de marketing bien hecho.

Piensa una cosa: si el problema es de comunicación y promoción, rehacer la marca no va a corregirlo – seguirá siendo desconocida, por muy renovada que esté.

3) Tu marca te aburre.

Es un caso muy frecuente: cuando ves tu marca cada día, día tras día, sin cambiar, puede terminar pareciéndote antigua, estática, desfasada… Aunque siga funcionando perfectamente.

El criterio para iniciar un rebranding no debe ser tu opinión personal, sino el efecto de la marca en el mercado. ¿Sigue teniendo una buena reputación? ¿Los clientes la valoran favorablemente? ¿Tus empleados trabajan a gusto? Si es así, resiste la tentación de rehacerla sólo para darte ese gusto.

¿Así que quieres renovar tu marca?

Si has evaluado la situación actual y las alternativas, y quieres renovar tu marca, hablemos: puedo ayudarte con tu imagen corporativa, web, comunicación y marketing. Y de paso hacer que tu estrategia online vaya como un cohete. Contacta conmigo en esta página y hablemos.

 

Feliz branding,

 

 

Xavier Paz

Xavier

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